Un estudio técnico publicado en el Boletín de la SECV analiza, con datos de planta industrial y caracterización avanzada, cómo cada etapa del proceso de fabricación condiciona el rendimiento de los aisladores de porcelana a base de alúmina. Las conclusiones ofrecen pautas prácticas para elevar la resistencia mecánica y la estabilidad en servicio, especialmente en redes expuestas a choques térmicos y condiciones ambientales extremas.

Por qué importa
Los aisladores deben combinar alta rigidez dieléctrica con resistencia mecánica sostenida a lo largo de toda su vida útil. En climas con fuertes variaciones de temperatura —zonas polares, desiertos o áreas de montaña—, una microestructura poco controlada incrementa el riesgo de microfisuras, roturas y fallos de servicio. La investigación compara formulaciones de alta alúmina con composiciones tradicionales basadas en bauxita, y describe qué decisiones de proceso marcan la diferencia en prestaciones y fiabilidad.
Metodología y qué se ha analizado
El trabajo se apoya en producción real de aisladores de alta tensión y en técnicas de caracterización como difracción de rayos X (XRD) y microscopía electrónica con análisis químico puntual (SEM-EDAX). Se estudian materias primas, distribución granulométrica, densidad, porosidad y validación de fases (mullita, cuarzo y alúmina residual), junto con ensayos mecánicos de carga. El objetivo es relacionar parámetros de proceso con propiedades finales y comportamiento en servicio.
Resultados principales
-
Las formulaciones con polvo de alúmina muestran un mejor desempeño mecánico y mayor fiabilidad que las basadas en bauxita, atribuible a una formación más controlada de mullita y a un menor contenido de impurezas.
-
En las muestras optimizadas se registran baja porosidad (~10,8 %), alta densidad (~2,73 g/cm³) y resistencia a carga hasta 14 kN, indicadores directamente ligados a la durabilidad frente a choques térmicos y a la estabilidad bajo servicio exigente.
-
Sobre la base de estos resultados se propone un proceso de producción mejorado para aisladores fiables C12.5-650 a base de alúmina, con ventajas frente a los tipos tradicionales CB-650.
Implicaciones para fabricantes y operadores
-
Selección de materias primas. Un mayor contenido de Al₂O₃ y una granulometría bien ajustada favorecen la densificación homogénea y la generación de fases deseadas.
-
Control de microestructura. Monitorizar mullita/cuarzo, tamaño de grano y porosidad durante el proceso ayuda a reducir la dispersión de propiedades y los fallos prematuros.
-
Validación de proceso. Densidad aparente, porosidad y respuesta mecánica deben emplearse como indicadores de control de calidad en línea, con apoyo de XRD y SEM-EDAX.
-
Aplicación en climas severos. Los aisladores de alúmina son especialmente adecuados donde las fluctuaciones térmicas son críticas, por su mejor resistencia a la fisuración y a los flashovers.
Conclusión
El estudio aporta evidencia basada en datos de planta que conecta composición, parámetros de proceso y microestructura con el rendimiento final del aislador. La optimización propuesta para composiciones de alúmina C12.5-650 constituye una guía concreta para mejorar la fiabilidad de los aisladores en entornos de operación exigentes.

